Em algumas cartas que Joyce escreveu à Frank Budgen, ele comenta sobre o último capítulo de Ulisses e sobre a personagem Molly Bloom. Aqui, alguns recortes destas cartas, publicadas pelo Editorial Lúmen. JOYCE, James. Cartas Escogidas. Vol II . Seleción de Richard Ellman. Traducción de Carlos Manzano. Barcelona: 1982.
pg. 96
“Fiesta de San Miguel, 1920
(...) Molly es un hueso duro de roer. Lo último que se me ha ocurrido es esto. Molly es la dádiva de Hermes, dios de los caminos públicos, y es la influencia invisible (oración, azar, agilidad, presencia de ánimo, capacidad de superación) que salva en caso de accidente. Eso abarcaría la inmunidad respecto a la sífilis (…). Hermes es el dios de los hitos: es decir, es sobre todo para un viajero como Ulises, el punto en que se juntan los caminos paralelos y también los contrarios. Es un accidente de la providencia. En este caso especial podemos decir que su planta tiene muchas hojas, indiferencia debida a la masturbación, pesimismo congénito, sentido de ridículo, repentina quisquillosidad en algún detalle, experiencia. Es la única ocasión en que Ulises no recibe la ayuda de Minerva, sino de la de su equivalente o inferior masculino (…)”.
pg. 100
“10 de dezembro de 1092.
(...) Voy a dar la última palabra a Molly Bloom: el ultimo episodio, Penélope, estará escrito con sus pensamientos y su cuerpo, mientras Poldy duerme (…)”.
pg. 106-107
“28 de fevereiro de 1921
(…) Estoy escribiendo Itaca en forma de catecismo matemático. Todos los acontecimientos se descomponen en sus equivalentes cósmicos, físicos, psíquicos, et: por ejemplo, Bloom dando saltos, sacando agua del grifo, la micción en el jardín, el cono de incienso, la vela encendida y la estatua, con lo que no solo sabrá todo el lector y, encima del modo más frío y directo, sino que, además, Bloom y Stephen se convierten así en cuerpos celestes, vagabundos como las estrellas que contemplan. La última palabra (humana, demasiada humana) queda para Penélope. Es la refrendata indispensable para el pasaporte a la eternidad de Bloom. Me refiero al último episodio Penélope”.
pg. 117
“16 de agosto de 1921
(…) Penélope es la clou del libro. La primera oración consta de 2500 palabras. Hay ocho oraciones en el episodio. Comienza y acaba con la palabra femenina sí. Gira y gira como la enorme bola de la tierra, y sus cuatro puntos cardinales san los pechos, el culo, la matriz y el coño femeninos expresados por las palabras porque, fondo o culo (en todas las acepciones: botón de abajo, el ultimo de la clase, fondo del mar, fondo de su corazón), mujer, sí. Aunque probablemente sea mas obsceno que ningún episodio anterior, a mi me parece perfectamente sano, pleno, amoral, fertilizable, indigno de confianza, cautivador, agudo, limitado, prudente, indiferente. Weib. Ich bin der Fleisch der stets bejaht*.”
*Mulher. Eu sou a carne que sempre afirma.
pg. 96
“Fiesta de San Miguel, 1920
(...) Molly es un hueso duro de roer. Lo último que se me ha ocurrido es esto. Molly es la dádiva de Hermes, dios de los caminos públicos, y es la influencia invisible (oración, azar, agilidad, presencia de ánimo, capacidad de superación) que salva en caso de accidente. Eso abarcaría la inmunidad respecto a la sífilis (…). Hermes es el dios de los hitos: es decir, es sobre todo para un viajero como Ulises, el punto en que se juntan los caminos paralelos y también los contrarios. Es un accidente de la providencia. En este caso especial podemos decir que su planta tiene muchas hojas, indiferencia debida a la masturbación, pesimismo congénito, sentido de ridículo, repentina quisquillosidad en algún detalle, experiencia. Es la única ocasión en que Ulises no recibe la ayuda de Minerva, sino de la de su equivalente o inferior masculino (…)”.
pg. 100
“10 de dezembro de 1092.
(...) Voy a dar la última palabra a Molly Bloom: el ultimo episodio, Penélope, estará escrito con sus pensamientos y su cuerpo, mientras Poldy duerme (…)”.
pg. 106-107
“28 de fevereiro de 1921
(…) Estoy escribiendo Itaca en forma de catecismo matemático. Todos los acontecimientos se descomponen en sus equivalentes cósmicos, físicos, psíquicos, et: por ejemplo, Bloom dando saltos, sacando agua del grifo, la micción en el jardín, el cono de incienso, la vela encendida y la estatua, con lo que no solo sabrá todo el lector y, encima del modo más frío y directo, sino que, además, Bloom y Stephen se convierten así en cuerpos celestes, vagabundos como las estrellas que contemplan. La última palabra (humana, demasiada humana) queda para Penélope. Es la refrendata indispensable para el pasaporte a la eternidad de Bloom. Me refiero al último episodio Penélope”.
pg. 117
“16 de agosto de 1921
(…) Penélope es la clou del libro. La primera oración consta de 2500 palabras. Hay ocho oraciones en el episodio. Comienza y acaba con la palabra femenina sí. Gira y gira como la enorme bola de la tierra, y sus cuatro puntos cardinales san los pechos, el culo, la matriz y el coño femeninos expresados por las palabras porque, fondo o culo (en todas las acepciones: botón de abajo, el ultimo de la clase, fondo del mar, fondo de su corazón), mujer, sí. Aunque probablemente sea mas obsceno que ningún episodio anterior, a mi me parece perfectamente sano, pleno, amoral, fertilizable, indigno de confianza, cautivador, agudo, limitado, prudente, indiferente. Weib. Ich bin der Fleisch der stets bejaht*.”
*Mulher. Eu sou a carne que sempre afirma.
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